"Voy a tocar Musette y soy una calabaza loca". Aunque de hecho, lo importante ese día en casa era el disfraz, por lo que lo dijo al revés: "Soy una calabaza loca y voy a tocar Musette".

El sabe que el piano se toca sentado. Pero se trata, de que nuestros alumnos se acostumbren desde pequeños a encaminarse al piano mientras están en casa, con o sin disfraz, como quien coge un libro de la estantería y abre un libro de cuentos. 

Y Forfi tiene un teclado entre sus libros y se le ha ocurrido que podía cambiar el timbre de su piano a algo que fuese más acorde con Halloween. Canta también las notas con voz de calabaza loca.

Estos videos que los padres de nuestros alumnos nos envían, nos convencen de que cuanto más pequeños sean los niños, más necesitan de unas costumbres establecidas. Sea o no sea Halloween, tiene que haber tiempo para acercarse al piano, aunque sólo sea para repasar despacio una pieza.